Nuestras miradas vuelven a ser azules,
seguimos combinando los colores,
seguimos robándonos los sueños, no sabemos el camino
por mas que prohibamos ver atrás las luces siempre resplandecen el peligro.
Nuestras manos siguen contrastando,
seguimos disfrazando emociones, por mas que intenté ser lo que nunca.
los brazos se adueñan del terremoto de mis nervios que colapsa mi columna.
Jamas quise ser lo que te dije que seria
jamas valio tanto la pena una alegria